Fundación Bengoa
Sep. 2024
La información disponible en 2022 da cuenta de la relación entre el consumo de azúcar y la incidencia de enfermedades no transmisibles, lo que es de particular interés en el mundo occidental donde la dieta se caracteriza por la presencia de alimentos altamente procesados que contienen carbohidratos simples o azúcar añadido o jarabe de maíz, hoy día, asociados a la disbiosis intestinal, debido a su afectación en la composición del microbiota (1-2). Esto termina dañando diferentes sistemas del organismo, que se manifiestan en una amplia gama de consecuencias adversas para la salud, tales como: obesidad, Diabetes Tipo 2, síndrome metabólico, asma, enfermedad broncopulmonar obstructiva crónica, enfermedad autoinmune, enfermedad inflamatoria, enfermedad de hígado graso no alcohólico, trastornos de salud mental y enfermedad cardiovascular, entre otras (1-2).
Un poco de historia
La preferencia del humano por el sabor dulce y por ende del azúcar es de larga data, para el año 6.000 A.C. la caña de azúcar podía encontrarse desde Asía oriental hasta la India, Filipinas e Indonesia. Existe referencia del uso del azúcar como medicamento o especia, pero no como alimento, entre los antiguos griegos y romanos. El azúcar cobra importancia y relevancia como un producto comercial entre los siglos XII y XVII, en aquel entonces, reservado para el consumo de los ricos y de la realeza, lo que llevó a que la caries se considerara una enfermedad propia de las personas ricas. En el transcurso de dos siglos el consumo mundial de azúcar pasó de 2,5kg/persona en el año 1850 a 34 kg/persona en el año 2016 (3).
Azúcares o carbohidratos ¿Qué son?, ¿Cuál es su importancia?, ¿Dónde se encuentran?
Los carbohidratos son las moléculas de azúcar, que junto a las proteínas y las grasas conforman los nutrientes principales que se encuentran tanto en alimentos como en bebidas. El cuerpo descompone los carbohidratos en glucosa y esta es la principal fuente de energía para las células, tejidos y órganos, la glucosa puede emplearse de forma inmediata o almacenarse en el hígado y en los músculos para su uso posterior. La digestión de los hidratos de carbono, las proteínas y las grasas se efectúa en el intestino, dependiendo del tamaño de la molécula, los carbohidratos pueden ser simples o complejos. Los carbohidratos simples, que el cuerpo descompone y absorbe para producir energía rápidamente, están disponibles como fructosa (azúcar de las frutas) y sacarosa (azúcar de mesa); mientras que los hidratos de carbono complejos son moléculas más grandes que tienden a proporcionar energía al organismo más lentamente. Son fuentes naturales de carbohidratos, los alimentos de origen vegetal, como los granos, las frutas, verduras, frutos secos, semillas, leche. Igualmente es posible encontrar carbohidratos añadidos por los fabricantes, en forma de almidón y azúcar agregada en los alimentos procesados (3).
La Organización Mundial de la Salud, clasifica los azúcares en monosacáridos y disacáridos, añadidos a los alimentos por el fabricante, el cocinero o el consumidor, y los azúcares presentes de forma natural en la miel, las frutas y los jugos de frutas. Al revisar el etiquetado nutricional podrás identificarlos bajo nombres como: azúcar de caña, azúcar morena o caramelo, edulcorante de maíz, miel, jarabe de maíz, jarabe de arce, dextrosa, maltodextrina, fructosa, glucosa, lactosa, sacarosa, azúcar invertido, jarabe de malta, maltosa, melaza, sorbitol, agave, melaza (4-5).
¿Qué se dice en el mundo sobre el consumo de azúcar y la salud?
En la actualidad, en muchos países considerados como de bajo y mediano ingreso, la globalización y el desarrollo económico han venido acompañados de modificaciones en los patrones de consumo alimentarios, favoreciendo a su vez la coexistencia de desnutrición, sobrepeso y obesidad. En los últimos 26 años el sobrepeso y la obesidad han experimentado un incremento que ronda el 30% en el mundo, aumentando con ello la carga de morbilidad y mortalidad producto de enfermedades crónicas (6-7).
Hoy día se sabe que todos los alimentos ricos en carbohidratos o en azúcar añadidos, son los responsables de poner en marcha en el sistema nervioso central los llamados mecanismos de recompensa muy parecidos a los que generan las drogas, esto debido a su rápida absorción y la rapidez con la que pueden llegar al sistema nervioso central, contribuyendo a la adicción a la comida (3).
De acuerdo con datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), factores como una mala alimentación y la falta de actividad física son la causa principal de las enfermedades no transmisibles (ENT), y del 71% de los 55 millones de muertes ocurridas en 2019, durante la pandemia de COVID-19 debido a que la obesidad y las ENT incrementaban la gravedad y letalidad de la infección. En 2022, Salem et al (8) han reportado que el consumo de edulcorantes no contribuye a la reducción de grasa corporal en adultos o niños, adicionalmente, el uso de edulcorantes a largo plazo puede favorecer los efectos indeseados como un mayor riesgo de diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares y mortalidad en adultos.
Para el 2020, la OMS informó que la mortalidad por enfermedades no trasmisibles continua en franco ascenso, las cardiopatías se encuentran entre las primeras causas de muerte en todo el mundo. Por esto, el acceso a datos y a estadísticas vitales resulta fundamental para poder hacer frente a las desigualdades, priorizar las políticas de intervención y la asignación de recursos que permitan prevenir la discapacidad y salvar vidas (9).
El informe de la European Food Safety Autority del 2022, determinó que existe una relación positiva y elevada entre la ingesta de bebidas azucaradas y el riesgo de padecer enfermedades crónicas como, obesidad, diabetes tipo 2, hipertensión arterial y enfermedad cerebro vascular. Igualmente, entre el consumo de jugo de frutas y la aparición de enfermedades metabólicas como DT2 y gota. Por lo tanto, sugieren reducir la cantidad de azúcar añadida y libre en todas sus presentaciones por debajo del 10% de la ingesta diaria (10).
En las guías alimentarias estadounidenses 2020-2025, se reporta que la ingesta inadecuada de alimentos y bebidas densos en nutrientes ha desequilibrado el consumo de otros micronutrientes fundamentales para la dieta, tales como: el calcio, el potasio, la fibra dietética y la vitamina D debido a que su bajo consumo se asocia a problemas de salud (11-12).
Y en Venezuela ¿qué se sabe del consumo de azúcar?
Venezuela desde hace algunos años, viene atravesando una situación de crisis de lenta instalación lo que ha provocado en muchos hogares un cambio en los patrones de compra, de elección y de consumo de alimentos no tan favorables para la salud de los miembros de las familias. La alimentación y la comprade alimentos se hace en función no de los gustos o preferencias, sino de lo que esta disponible y de lo que permite el presupuesto familiar. Así tenemos que de acuerdo con datos de Hum Venezuela para marzo 2022, los hogares encuestados reportaron, que los alimentos más consumidos fueron harina de maíz, arroz, pasta, azúcar, granos, queso, huevos, aceite y pollo (13).
En un estudio realizado entre 2014 y 2015 (14), en hogares de ocho países latinoamericanos, que incluyó a Venezuela, se reportó que las bebidas azucaradas no alcohólicas aportaron la mayor cantidad de azúcar añadida a la dieta (51,3 gr/día), seguida de café o té (22,6 gr/día) y los jugos naturales (32,9 gr/día), lo que sugiere que las bebidas naturales consumidas en casa igualmente pueden impactar negativamente la ingesta de azúcar añadida tanto como una bebida carbonatada.
El Estudio Venezolano de Nutrición y Salud (EVANS) realizado en Venezuela en el año 2015(15) , determinó que debido a la restricción y a la escasez de ciertos grupos de alimentos la dieta habitual resultó impactada y muchas familias se vieron obligadas a comprar alimentos más por un tema de economía que por gusto y, según esta investigación el consumo de azúcar se situó en 27 gr/pers/día.
Recomendaciones de algunas organizaciones internacionales
Organizaciones como la OMS y la FAO, entre otras, recomiendan reducir el consumo de azúcar libre y añadido a menos del 10% de la ingesta diaria [9]. Particularmente la OMS, especifica que esta reducción se haga a lo largo de la vida de los individuos, tanto para adultos como para niños (11).
La American Hearth Association para el año 2020, recomienda limitar el consumo de azúcar añadida a menos de 25 gramos al día para las mujeres (seis cucharaditas de azúcar) y 36 gramos para los hombres (equivalente a nueve cucharaditas) y en los niños menores de dos años debe evitarse el consumo de azúcar. Adicionalmente, recomiendan estar atentos con el consumo de bebidas como gaseosas, jugos de frutas, dulces y alimentos ultra procesados, y sugieren elegir alimentos más naturales como agua saborizada con frutas frescas, frutas frescas, yogurt, preferir lo horneado en casa empleando frutos secos, dátiles, entre otros (12).
Esta revisión bibliográfica describe algunos elementos relevantes sobre la evidencia disponible en relación con el consumo de azúcar y las modificaciones del microbiota que terminan siendo responsables de la afectación de los diferentes sistemas del organismo, destacando el llamado continuo a la reducción o eliminación del consumo de azúcar añadido a la dieta diaria, abogando por la preferencia del dulce natural de las frutas, hortalizas y de los frutos secos. Igualmente endulzar con algunos tipos de edulcorantes si se desea el sabor dulce en las comidas, teniendo en cuenta la controversia para la salud de su consumo por tiempo prolongado.
La recomendación se orienta hacia la promoción del consumo de alimentos frescos, poco o nada procesados, carbohidratos complejos, ricos en fibra, así como agua potable y segura, por encima de cualquier otro tipo de bebida.
Es fundamental el desarrollo de políticas en el mundo para controlar o limitar el consumo de azúcar, que incluyan la creación de impuestos al azúcar, la regulación del etiquetado de alimentos con alto contenido de azúcar, sal, grasas saturadas y grasas trans, así como ciertas restricciones a la promoción, publicidad y el marketing de dichos alimentos (16).
Referencias
- Huang Y, Chen Z, Chen B, et al. Dietary sugar consumption and health: umbrella review. BMJ 2023; 381: 1-15. doi: https://doi.org/10.1136/bmj-2022-071609
- Moszak M, Szulińska M and Bogdański P. You Are What You Eat-The Relationship between Diet, Microbiota, and Metabolic Disorders-A Review. Nutrients. 2020;12(4): 1096. doi: 10.3390/nu12041096.
- Großkopf A and Simm A. Carbohydrates in nutrition: friend or foe? Zeitschrift für Gerontologie und Geriatrie 2020; 53: 290-294. doi: 10.1007/s00391-020-01726-1.
- WHO. Use of non-sugar sweeteners: guideline. Geneva: World Health Organization; 2023.https://iris.who.int/bitstream/handle/10665/367660/9789240073616-eng.pdf?sequence=1
- OMS. Directriz: Ingesta de azúcares para adultos y niños. OMS. Ginebra. 2015. https://iris.who.int/bitstream/handle/10665/154587/WHO_NMH_NHD_15.2_spa.pdf?isAllowed=y&sequence=2
- Carbohidratos: cómo pueden formar parte de una alimentación saludable. Mayo 2022.https://www.mayoclinic.org/es/healthy-lifestyle/nutrition-and-healthy-eating/in-depth/carbohydrates/art-20045705
- Bhupathiraju S and Hu F. Carbohydrates, proteins and fats. Healthy Living. February 2023.https://www.msdmanuals.com/home/disorders-of-nutrition/overview-of-nutrition/carbohydrates,-proteins,-and-fats
- Salem M, Pitchik H, Sultana J, Rahman M Jannat K, Luby S, Mridha M, Winch P, and Fernald L. Prevalence of Sugar-Sweetened Food Consumption in Rural Bangladeshi Children Aged 6–24 Months. J Nutr 2022; 152:2155–2164.
- OMS. La OMS revela las principales causas de muerte y discapacidad en el mundo: 2000-2019. [internet] 8 de diciembre de 2020. https://www.who.int/es/news/item/09-12-2020-who-reveals-leading-causes-of-death-and-disability-worldwide-2000-2019
- EFSA (European Food Safety Autority). Scientific Opinion on the tolerable upper intake level for dietary sugars. EFSA Journa.2022;20(2):7074, 337 pp.https://doi.org/10.2903/j.efsa.2022.7074
- American Heart Association. The sugary six did you know? 2020. https://www.heart.org/-/media/HealthyLivingFiles/Infographics/The_Sugary_Six_Infographic.pdf
- U.S. Department of Agriculture and U.S. Department of Health and Human Services. Dietary Guidelines for Americans, 2020-2025. 9th Edition. December 2020. Disponible: https://www.dietaryguidelines.gov/sites/default/files/2021-03/Dietary_Guidelines_for_Americans-2020-2025.pdf
- Hum Venezuela. Diagnósticos comunitarios Colección de cuadros estadísticos de datos comparados entre junio 2021 y marzo 2022. Abril 2022. https://humvenezuela.com/wp-content/uploads/2022/08/DiagnosticoComunitarioHumVenezuela.pdf
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- Ma X, Nan F, Liang H, Shu P, Fan X, Song X, Hou Y, Zhang D. Excessive intake of sugar: An accomplice of inflammation. Front Immunol. 2022 Aug 31;13:988481. doi: 10.3389/fimmu.2022.988481.