En Venezuela una de las formas más comunes de mantener una amistad es compartir momentos familiares y es frecuente que se disfrute una comida, bien sea informal tipo parrilla o un poco más formal alrededor de una mesa familiar. En ambos casos la idea es «pasarlo bien» y en general la invitación se prolonga de manera importante. No se trata de comer se trata de disfrutar la compañía y la comida. Esos momentos son muy agradables y nos esmeramos en ser cuidadosos los unos con los otros de manera tal que al momento de comer estamos de un excelente humor.
Se preguntarán ustedes ¿qué tiene que ver todo esto con la Fundación Bengoa?
Hay una estrecha relación entre las emociones y la alimentación, pero solamente vamos a exponer este efecto cuando comemos juntos, diariamente y compartimos la mesa.
Cómo dijimos en el artículo anterior estar las 24 horas con las mismas personas es una situación difícil y puede ocurrir que se sienta el ambiente tenso. Es factible que los miembros de la familia estén o se sientan de mal humor.
Se ha demostrado (Marieke de Vries et al, 2010) que el humor de las personas modifica las respuestas a estímulos externos. Cuando las personas se sienten de mal humor podemos asumir que en general no tienen buena disposición para recibir estímulos que no conocen es decir cuando están de mal humor no van a aceptar nuevos alimentos o comidas cuyo sabor no conocen.
Sin embargo, el mismo estudio reveló que si la persona a pesar del mal humor tiene motivos para sentirse alegre en el ambiente donde está la respuesta a lo nuevo cambia y acepta recibir nuevos estímulos.
Debemos recordar que la alegría es una emoción y no acompaña obligatoriamente al buen humor, pues este es un estado de ánimo. Igualmente, la tristeza no acompaña obligatoriamente al malhumor.
En un medio inseguro generalmente las personas evitan o rechazan lo no conocido, por el contrario, en un medio seguro las personas están dispuestas y se motivan a conocer lo nuevo. El buen humor es signo de seguridad y por tanto la persona con buen humor se permite conocer lo nuevo. A lo que nos referimos es que en esta circunstancia de convivencia forzosa no debemos exponer a nuestros niños a estímulos nuevos con los cuales no estén familiarizados.
Que queremos decir con esto:
- Cuando las relaciones interpersonales no son fluidas debemos evitar ofrecer o disponer estímulos novedosos. Especialmente con los niños es importante lograr que al momento de sentarse a la mesa a comer no estén disgustados, aún más lo ideal es que estén alegres y de buen humor. De esta manera se pueden introducir alimentos novedosos o combinaciones de comidas poco usuales lo cual amplía el abanico de opciones del menú.
- Los adultos de la casa deben prestar atención y generar un ambiente confortable, seguro y si posible alegre un tiempo antes de llamar a la mesa.
- Parte de la cultura gastronómica es la capacidad de reconocer sabores e incluso ingredientes de la comida. Para poder «catar» un alimento es necesario estar tranquilo, seguro y equilibrado emocionalmente. Debemos recordar estas pequeñas sugerencias para lograr un mejor disfrute de la comida.
- En estos momentos de distanciamiento social los mal entendidos entre los miembros de la familia pueden ser frecuentes e impredecibles. Por esa razón sugerimos que la comida que ofrezcamos sea conocida y aceptada habitualmente por todos los miembros de la familia.
- Aprendamos a generar un ambiente propicio para conocernos más profundamente e intercambiar conocimientos, alegrías y amor durante las comidas.
No es casual el dicho:
La familia es el pilar fundamental de la sociedad
yo añado que
La familia es además nuestro pilar y refugio.
La familia siempre será mi familia son lazos consanguíneos imperecederos
Podemos tener diferencias y aprender a disfrutar del familiar diferente así conocemos otras formas de estar en el mundo.
Mercedes Schnell
Grupo TAN LISNA
Fundación Bengoa
Como personas somos más que órganos, sistemas y cuerpo y por eso algún día futuro entraremos en el campo de los maltratos sutiles que se presentan educada y diplomáticamente para recordar que aun así son maltratos.