Con gran pesar he recibido la noticia del fallecimiento del Profesor Dr. Germán Camejo. Aunque alejado del ambiente académico venezolano desde hace muchos años, su contribución al desarrollo de la investigación bioquímica en el país fue realmente trascendental. Egresado de la Escuela de Biología de la Universidad Central de Venezuela, fue alumno del Dr. Werner G. Jaffé quién dirigió su tesis de pre-grado enfocada en la caracterización del inhibidor de amilasa de las caraotas negras (Phaseolus vulgaris).
Su introducción a la investigación de las lipoproteínas plasmáticas la hizo de la mano del Dr. Virgilio Bosch, profesor-investigador del Instituto de Medicina Experimental de la UCV. Su labor de investigación en este último campo fue muy prolífica, expresada en cientos de publicaciones, ponencias en congresos y, últimamente, director de investigación de una importante compañía farmacéutica sueca. Tuve la fortuna de ser su alumno en varios cursos de la Escuela de Biología, Bioquímica General, Tópicos Especiales en Bioquímica, Instrumentación en Bioquímica y Bioquímica Avanzada. Visitábamos con frecuencia su laboratorio en el IVIC, donde nos enseñó muchas técnicas avanzadas que se aplicaban habitualmente allí, centrifugación analítica y diferencial, electroforesis en varios sustratos, espectrometría, fluorimetría, cromatografía de gases, de adsorción y de exclusión molecular. Tanto sus clases como sus demostraciones de las técnicas experimentales eran brillantes, rigurosas y actualizadas hasta los últimos detalles, siempre sustentadas en los últimos reportes de la bibliografía. No puedo olvidar su excepcional destreza manual, con gran seguridad manejaba el instrumental bioquímico, desde una pipeta Pasteur, hasta un sofisticado inyector de muestras para una cromatografía de gases para la separación de ácidos grasos. En verdad, Germán Camejo fue uno de los profesores que más contribuyeron a mi formación de biólogo y bioquímico, representando para los alumnos de mi generación algo así como un paradigma que situó muy alto el listón de la excelencia.
Recientemente intercambié mensajes con él. Con el debido respeto y como homenaje a su memoria, me permito transcribir fragmentos de esos mensajes: -“Estimado Germán: Te escribe Andrés Carmona. A través de Juscelino Tovar me he enterado de que has estado aquejado de salud. En primer lugar te expreso mis deseos para que tú recuperación sea pronta y completa. En segundo lugar, pero no menos importante, quiero hacerte llegar mi agradecimiento por la inmensa contribución que hiciste a mí formación humana y profesional. Como olvidar cuando, siendo muy joven recibí tus clases de Bioquímica General, de Instrumentación en Bioquímica, Tópicos Especiales en Bioquímica y Bioquímica Avanzada. Tantas veces nos dejaste asombrados por tu solidez académica, tu afán por estar al día con las últimas publicaciones, el profundo conocimiento de la metodología bioquímica, incluyendo las técnicas más novedosas de la época y también lo prolijo de tu laboratorio en el IVIC y la destreza manual con la cual nos hacías las demostraciones. En verdad pertenecí a una generación privilegiada que recibió casi la mejor formación que era posible en esa época. Recuerdo que cuando hacía mi doctorado, en la Universidad de California, mis compañeros me preguntaban que adónde había estudiado yo. No entendían que nuestra formación fuera tan exhaustiva y enciclopédica, de tal manera que me convertí, sin quererlo, en asesor ad hoc de muchos de ellos. Detrás de todos esos logros está el formidable equipo docente que completó nuestra formación en Bioquímica y Biología Molecular, dónde ciertamente destacas tú, junto a González-Cadavid, Dinah Seidl, Abraham Levy y el Doctor Jaffé, quien fue tu tutor de pregrado y mi tutor de instructor. Querido profe, sería largo enumerar tantos aportes que recibimos de ti en esos años, y después, porque eres una referencia de dedicación y honestidad profesional. Todo un paradigma. Este mensaje lleva la intención de darte ánimos para completar tu recuperación, pero también me provee la oportunidad de expresarte mi agradecimiento y el reconocimiento de la deuda académica que tengo contigo. También me lo debía a mí mismo.”
Pocos días después recibí su respuesta: “Mil gracias por tus amables comentarios acerca de mis contribuciones a tu coincidir con formación académica. Fueron unos años excepcionales en donde un grupo de profesores dedicados tuvimos la suerte de encontrarnos con alumnos de inteligencia y dedicación del más alto nivel. Esto hizo que compartir con personas como tú, Juscelino Tovar, Ana Rascón, Julio Urbina, Moraima Winkler, Lilian, Pilar Lorenzo, Rebeca Starosta, Eva Hurt, Fernando Liprandi, Fernando Lalaguna, y muchos otros, la aventura de la enseñanza de la ciencia fuera un placer y un honor. Estar con Ustedes, para Dinah, Abraham, Ernesto, y yo, entre otros profesores, fue una suerte y un gran gusto. De mi te diré que todavía estoy colaborando y publicando con un grupo en el Karolinska junto con Eva Hurt quien además de ser Senior Scientist en AztraZeneca es profesor en este Instituto. Además, algo que te gustará, hemos mantenido con la UCV una colaboración muy productiva con el grupo de la Escuela de Bioanálisis que dirige Fátima Garcés, que ha publicado cuatro artículos sobre fosfólipasas y metabolismo postprandial de triglicéridos. De mi salud te diré que todavía estoy sufriendo los efectos secundarios de mi tratamiento, pero me distraigo con el trabajo de colaboración con Eva y en la editoríaL del J. Lipid Research y la revista Atherosclerosis. Por lo demás he encontrado que lo que aprendí de Bioquímica me ha servido para elevar el nivel de mi cocina a un nivel muy apreciado por amigos y comensales. Andrés un muy fuerte y afectuoso abrazo. Gracias de nuevo.”
Descansa en paz Germán. Te echaremos mucho de menos. Tu legado y tu recuerdo pervivirán en nuestros corazones. Sirva este escrito como mensaje de pésame a su esposa Eva Hurt y demás familiares.
Caracas 29-11-2021
